jueves, 19 de abril de 2012

INTERLUDE



No te confundas.

También tengo mi sensibilidad, aunque no lo parezca.

Tengo mis intereses y mis afectos, y siento como sientes tú y sonrio y sufro ante lo que va transcurriendo en la vida como lo haces tú.

No soy ni mejor ni peor que nadie. 

Nada más ocurre que tengo la capacidad de poder colocar una frontera entre dos mundos, el que separa la vida de la persona que soy yo en realidad y lo que queda más allá, en el estrecho pero seductor y fragante pasaje de los sentidos.

Así cuando estoy allí puedo olvidar lo de este lado, y cuando estoy aquí lo otro es una posibilidad, una promesa, pero sin otro peso que el peso que tiene los sueños.

También te diré un secreto.

Si algo me ayuda a seguir adelante es justo eso.

Arrancarme la corbata, cerrar una puerta tras de mi y vivir durante un tiempo como si nada más que el instante presente tuviese importancia.

Mis dos vidas están claramente separadas.

Pero a día de hoy, no podrían ser la una sin la otra.

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