jueves, 31 de mayo de 2012

MARE, SOL, FUROR



El mar ejerce un efecto balsámico en mi.

Me llena de esa paz que solo sentimos la gente del interior porque normalmente no lo tenemos a la vista, aún cuando lo contemple acodado a la barandilla con Elvis agarrándome del pelo, dándome tremendos cachetes en el culo y follándome a lo bestia diciendo ordinarieces.
Sí, aunque suene contradictorio Elvis contribuye a esa paz porque, después de defenestrar mi puerta trasera, me coge en brazos, me lleva a la cama y me deja que me encoja contra su enorme cuerpo mientras me rasca la cabeza y canturrea "mi pequeniiio - mi chiquitiiiiin".

Luego, al atardecer, me coloco la peluca-gwen-stefanii, el vestido playero y me voy a trabajar al restaurante, en donde según va entrando la temporada alta hay cada vez más trabajo y acabo más reventado, detalle que  no me libra de comerle la polla a JefeGordo un día sí y otro también.
Hoy sin embargo tenemos una novedad, y cuando estoy terminando de poner todas las sillas patas arriba para barrer el chiringuito, JefeGordo aparece del brazo con una rubia altísima que a duras penas cubre sus curvas de vértigo con un diminuto vestido plateado.
"Te presento a Tatiana" me dice dándole una palmada en el culo a lo que ella responde con una sonrisa más bien forzada "Es puta y es rusa, me ha costado una pasta pero como hoy es domingo he pensado que hay que celebrarlo montando un menasatruas"
Tardo unos segundos en entender el significado de "menasatruas" mientras Tatiana bajo su espesa sombra de ojos azul compone una mirada que solo puedo interpretar como de resignación.
"¿Me estás diciendo" aventuro con mi voz de galgo tuberculoso "que pretendes montártelo con ella y conmigo para celebrar que se termina la semana?"
JefeGordo se muere de la risa y me da un sonoro cachetazo en el culo a mi también
"Venga, cojones, no te hagas la estrecha, va a ser la hostia. Tu eres fea pero la chupas como nadie, y la puta rusa va a darle el toque de understanding. ¿"tu compris" o no "compris"?"
Tatiana ya me contempla enarcando las cejas como dándose cuenta de que bajo mi falda hay gato encerrado, y yo no tengo intención de liberar ese gato porque va a ser sinónimo de la pérdida de mi empleo, así que intento fruncir el morro con encanto y digo
"Lo siento, chato, hoy hay bandera roja. Tendrá que ser en otra ocasión."
JefeGordo me mira un momento y luego se carcajea.
"¿estás con la berza?...ha-ha-ha, no te preocupes, vosotras os montais un rollo bollo mientras yo me la meneo, luego me la chupas un rato mientras le como el coño a Tatiana y luego me la follo a ella mientras tu te haces un dedo o lo que quieras, qué me dices."
"vaya, pero si tienes la agenda programada minuto a minuto" le respondo en un tono irónico que no es capaz de percibir "¿nunca dejas espacio para la improvisación?"
Medita durante largos segundos el significado de la palabra "improvisación" antes de responder
"nunca. Esta zorra me va a costar doscientos euros por dos horas, me la voy a follar por todos lados y ya que también te tengo a ti en nómina, me apetece que me comas el rabo con tu estilo inconfundible..."ahora separa los brazos, mira al cielo y exclama "¿eso significa no improvisar?...¡pues de acuerdo, soy culpable!" en un gesto teatral que nos hace resoplar a Tatiana y a mi.
Tengo que hacer como que trago con el plan mientras mi mente trabaja a toda velocidad pensando como puedo salir de esa. JefeGordo va a por una botella de whisky para los prolegómenos y entretanto Tatiana enlaza su brazo con el mío, luego mira mi entrepierna, me mira a los ojos y hace una mueca interrogativa.
Yo asiento, luego ella hace un ligero movimiento de cabeza hacia JefeGordo y sin saber ruso entiendo que me quiere preguntar "¿y él no tiene ni idea?".
Niego con la cabeza y ella empieza a carcajearse, primero bajito, apenas un "ju-ju-ju", después empieza a ponerse colorada y le empiezan a caer lagrimillas que le corren el rimmel por las mejillas.
"Que os pasa, guarras, me teneis alguna sorpresa reservada" dice JefeGordo risueño cuando vuelve con la botella al ver el cachondeo general. Tatiana se va correteando sobre sus tacones de vértigo agitando las manos como si se estuviese haciendo pis y entretanto JefeGordo se baja el pantalón hasta los tobillos y señala su ahora minúscula polla diciendo
"Venga, vete calentando. Con lo que me cobra esa puta, tengo que exprimirle el jugo al máximo."
En otras ocasiones el rollo este del trato vejatorio me pone más cachondo que otra cosa, pero ahora, preocupado por lo que va a pasar a continuación, me cuesta meterme aquello en la boca y ponerle interés a la maniobra. JefeGordo lo nota, resopla y me da un par de capones.
"Para, joder, para, que no sé que coño os pasa a las tías cuando estais con el mes que os volveis jilipollas."
Yo no suelto, porque se me ocurre que una buena corrida puede dejar al gordo semi inconsciente el tiempo suficiente como para que yo pueda largarme y Tatiana se gane su dinero abanicándose mientras él vuelve a la realidad. Él confunde mi desesperación con interés y se acoda en la mesa riendo.
"Pero que guarra eres, no he visto a una tía que le guste comer pollas tanto como a ti, aaaaahhhhhh.", dice utilizando otra frase que supongo está sacada de la encíclica del asiduo lector de revistas porno, y tanto me dedico a la cuestión que no me doy cuenta de que Tatiana con un gesto pícaro se ha agachado delante de mi.
Desorbito un poco la mirada cuando echa mano bajo mi falda, me baja el calzoncillo hasta medio muslo y comienza a mamármela a su vez. 
JefeGordo no cabe en sí de gozo.
"Eso es, chicas, así me gusta, participación. Cómele el chocho a esta fulana, Tatiana."
Las sesiones con Elvis han ido haciéndome recuperar facultades y funciones, así que para cuando JefeGordo se incorpora para ver como nos lo estamos montando la rusa y yo, Tatiana ya ha conseguido metiéndome un par de dedos en el culo que mi herramienta esté en todo su esplendor.
Mi patrón no es capaz de articular palabra, queda tan estupefacto que no es capaz de reaccionar cuando Tatiana -que es una chica grande- se sienta por su barriga, le levanta los dos muslos peludos hasta colocárselos contra los hombros y sujetándole con firmeza para dejar su culo expuesto, ruge en un perfecto castellano:
"Fóllatelo."
Intento camuflar mi preocupación por mi polla con interés por su economía.
"¿Pero y tus doscientos euros?...si le doy por el culo, te vas a quedar sin cobrar."
"Se paga por adelantado, nene" me dice ella con dulzura "ahora vamos, rómpele el culo a este cerdo."
La fortuna de la pera de goma oculta como uno de mis huevos es que ayuda a vencer el miedo escénico, y la oprimo un poco cuando coloco el miembro a la puerta trasera de JefeGordo mientras este chilla, patalea y nos amenaza con todo tipo de maldiciones. Tatiana escupe sobre mi polla con gentileza para lubricarla y luego ordena
"adelante"
Puedo asegurar que los gritos de JefeGordo cambiaron de tonalidad una vez aquello se fue relajando y comenzó a ser consciente de lo que ocurría entre sus muslos...
...yo en cierta forma lamento que mi primer culo follado tras la castración sea el de un individuo tan poco apetecible, pero a la vez la alegría interior de saberme recuperado hace que al correrme revienten de pronto todas las corazas bajo las que llevaba todo este tiempo prisionero y, de pronto, vuelva a sentirme de nuevo el que era.
El cazador, el depredador sexual.
Tras experimentar este conato de "violación" JefeGordo queda casi inconsciente, circunstancia que aprovechamos Tatiana y yo para vestirnos entre risas y salir corriendo de allí.
"creo que he perdido esta mierda de trabajo", le digo, y ella ríe sacando los cuatro billetes de cincuenta euros y responde
"te invito a un cubata, campeón"

...el resto de la noche es tan acelerado y alucinógeno como todas las noches en esos sitios, Tatiana y yo bebemos, yo aún en mi papel de rubia altísima, bailamos, bebemos más, conocemos a dos italianos muy borrachos que no hacen más que arrimarnos al culo la cebolleta, bebemos más, vamos a la playa de madrugada cuando todavía está oscuro, Tatiana se sienta sobre uno de ellos y se lo folla dando gritos, yo le como la polla al otro y cuando se ha corrido sin darse cuenta de que tiene mi peluca en la mano, me siento sobre su pecho y me la meneo hasta correrme sobre su cara.
El italiano está tan pedo que cuando termino me dice muerto de risa
"estoy tan borracho que me ha parecido que te sacabas la polla y me echabas todo encima"
Tatiana y yo nos vamos dando tumbos a su casa y ese día duermo en un miniapartamento con otras ocho rusas tan despampanantes como ella.

Decididamente mi mundo se ha vuelto loco.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

El depredador agradecerá su valoración...