jueves, 28 de junio de 2012

AMOR ITER

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..cuando despierto estamos otra vez rodando por la carretera. Noto que se me está cayendo un poco la baba en mi estado de inconsciencia y me incorporo de repente limpiándome la barbilla con el dorso de la mano. A mi lado ComisarioPotente conduce con gesto adusto pero al verme despertar, compone por un segundo una leve expresión de culpabilidad y dice
"lo siento. Pero no puede usted ir besando a todos los hombres que se le cruzan por delante porque puede ocurrir que haya quien no simpatice con sus tendencias. ¿Lo entiende?"
Al llevarme la mano a la boca siento un relámpago de dolor y recuerdo el puñetazo en el area de descanso, cosa que me hace cruzar los brazos y fruncir el ceño mirando a la carretera.
"Vamos, no sea niño" insiste"Quizás no aclaramos este punto cuando hubo que hacerlo y este sea un buen momento para ello: estoy aquí porque creo en su inocencia, no porque esté enamorado de usted."
Por alguna razón, eso me hace sentir más humillado de lo que ya me siento.
Mi expresión hace resoplar a ComisarioPotente.
"Venga, caray. Tenemos que trabajar en equipo, no va a estar con esa cara durante todo el tiempo, ¿verdad?..." me contempla de reojo un segundo para no perder de vista la carretera y sigue "...¿no cree que es mejor que le diga este tipo de cosas claramente ahora para no hacerle creer historias que no son ciertas?"
Intento decirle que no se lo tenga tan creído y que no me gusta tanto como él puede creer, pero a través de su camisa desabrochada veo un poco del vello de su pecho y la sombra de su tetilla más oscura a lo lejos, y prefiero no decir nada antes que mentir.
"No debí haberle golpeado, le pido perdón por ello, nada más debería haberle dicho lo mismo que le estoy diciendo ahora, pero me sentí repentinamente...invadido, y reaccioné de esa manera instintiva. Lo siento, y siento que quizás algo en mi actitud le haya podido hacer pensar en otra cosa distinta, ¿vale?"
Lanzo un bufido y digo
"Es cierto, no debería haberme golpeado. Pero está bien aclarar las cosas para no dar pie a más confusiones. Entonces le gustan las mujeres, ¿no?"
"Ajá" dice en tono un poco ausente como si ya hubiese dicho lo que tenía que decir, y me vuelve a irritar su ausencia, de manera que cierro los ojos y finjo que vuelvo a dormir hasta la siguiente parada.

...de hecho, me quedo de nuevo dormido en virtud de la bendita facilidad que he tenido siempre para quedarme inconsciente cuando estoy a bordo de los medios de transporte, y al abrir los ojos Comisario me está zarandeando. Es de día, parece temprano pero ya hace un calor de la hostia y estamos en el aparcamiento de un restaurante de carretera, rodeados de camiones y otros vehículos.
"No sé usted, pero yo necesito comer algo y hacer pis." luego pone gesto de embarazo y pregunta "¿qué tal está usted de dinero en efectivo? Dentro de poco habrá que poner gasolina y no deberíamos usar las tarjetas de crédito, ya me entiende."
Me bajo del coche con todas las articulaciones doloridas y el cuerpo suplicando por una ducha.
"no lo entiendo. Entonces cual es el plan, ¿correr en dirección contraria a la policía hasta quedarnos sin fondos?" empieza a fruncir el ceño y le atajo con un gesto "vale, vale, ya sé que es todo puro altruismo y que lo hace por mi inocencia. Vamos a comer algo. Yo invito, tranquilo."
El sitio está abarrotado y tenemos que hacer un rato de cola para que una mujer sudorosa y malhumorada nos tome nota del pedido y nos indique una mesa donde sentarnos. Solo entonces ComisarioPotente da un par de cómicos saltitos a mi lado y murmura:
"ahora voy a hacer pis, ¿vale? no se escape."
Me dejo caer en la silla con un resoplido tratando de pensar qué vamos a hacer a continuación y qué rumbo nos conviene que tomen las cosas, cuando en la mesa de enfrente veo a un tipo que me sonríe de refilón. Tiene aspecto de camionero, le calculo unos cincuenta años, y aunque tiene una barriga más que incipiente y los vaqueros y la camiseta que gasta están muy sucios, le encuentro un cierto atractivo salvaje. Se rasca la barba rubia, me vuelve a sonreir utilizando apenas nada más que los ojos azules y hace un ligero gesto hacia su entrepierna, visible desde mi posición.
El tipo está más que empalmado y con disimulo coloca los dedos sobre la tela alrededor de su erección para que yo pueda apreciar el tamaño del asunto.
Llevo tiempo sin follar y mi listón está por los suelos, así que asiento sonriendo a mi vez y él se levanta y se va a los servicios. Por el camino se cruza con ComisarioPotente que parece aliviado al verme allí sentado con cara de monjita. Le sorprende verme levantarme como un resorte y tengo que cacarear
"¡qué pasa, yo también tengo que atender mis necesidades fisiológicas!" lo cual es en cierto modo pero no de la manera que él se imagina, y salgo corriendo tras CamioneroMorboso.

...los lavabos están igual de transitados que el mismo restaurante por ese síndrome del viajero de dejar la vejiga vacía antes de enfrentar otro par de cientos de kilómetros. Veo a CamioneroMorboso demorarse un poco en la puerta de uno de los retretes para que me de tiempo a verle donde entra antes de encerrarse allí. Yo no me ando con excesivas precauciones porque tengo el rabo a reventar, me contemplo un momento en el espejo comprobando que mi aspecto es casi tan sucio y sudoroso como el de mi próximo partenaire y luego entro en el habitáculo, echando el cerrojo tras de mi.
A CamioneroMorboso y a mi ahí dentro apenas nos separan unos centímetros, el sonríe, sin prolegómenos me agarra la polla a través de los pantalones y su sonrisa se aumenta al comprobar que yo estoy ya listo para la acción.
Se echa sobre mi apretándome contra la puerta, huele a sudor y a gasolina pero aún así después de unos largos instantes restregándome la barba por el cuello y las mejillas abro la boca y permito que me introduzca una lengua gruesa que sabe a tabaco. Luego me agacho, le bajo la cremallera de los vaqueros y saco al aire una polla no muy larga pero muy gorda. Él me agarra del pelo y me la mete hasta la garganta haciéndome toser pero no cedo ni un milímetro, trago, chupo y succiono casi con desesperación mientras él se mete un puño entre los dientes para no gritar. Al fin me hace darme la vuelta y ahora es él quien se agacha para meterme la misma lengua gruesa entre las nalgas, buscando lubricar el lugar de un modo rápido y efectivo. Yo me separo los mofletes del culo para mejorar su avance y tengo que hacer auténticos esfuerzos para no montar un escándalo, entonces él se pone de pie, coloca la punta de su polla en mi puerta trasera y empieza a empujar sin ningún miramiento.
El gemido largo y ahogado que lanzo deberá hacer creer a la gente de ahí fuera que sufro un doloroso ataque de estreñimiento, pero CamioneroMorboso es un tipo pertinaz y continúa apretando hasta que tengo dentro todo aquel cacharro. Luego me agarra por los hombros para tener un punto de anclaje y comienza a follarme a ritmo ferrocarrilero, dispuesto a correrse a la mayor brevedad posible. Yo por mi parte empiezo a meneármela siguiéndole el paso y de pronto, cuando empiezo a estremecerme con las convulsiones pre-orgásmicas, me la saca del culo, me vuelve a dar la vuelta y empieza a chupármela él a mi mientras se masturba a toda velocidad, haciendo que en unos cuantos segundos yo me corra en su boca y él dispare un chorro de esperma que impacta contra los bajos de mis pantalones.
Tardamos un rato en recuperar un ritmo de respiración normal para que yo pueda decirle:
"bueno después de este polvazo, por lo menos déjame que te invite a desayunar."
"ese tu novio?" pregunta Camionero con un marcado acento extranjero que debí haber supuesto con tantos pelos rubios por todas partes.
"no, tranquilo. Solo un amigo" le tranquilizo y salimos del retrete medio abrazados ante algunas caras de indignación, sobre todo las de los que estaban esperando a que lo desalojásemos.

Cuando llegamos a la mesa Comisario está dando buena cuenta de unos huevos con bacon, y se le atraviesa un poco algo en la garganta cuando me ve llegar con la mano en la cintura de CamioneroMorboso.
"Es un amigo que he conocido en los servicios. Va a acompañarnos mientras desayunamos, ¿le parece bien?"
"No..."dice como si estuviese asimilando los conceptos"...claro que no,¿porqué iba a importarme?"
CamioneroMorboso rie virilmente y hace un gesto a la camarera indicando que va a sentarse con nosotros, luego los tres pasamos un rato masticando sin decir palabra: mi nuevo amigo concentrado en no dejar ni rastro de comida en su plato, ComisarioPotente un poco distraido ahora jugueteando con su comida y yo pensando si no será un buen momento para valorar nuevas posibilidades.
Por fin le pongo una mano en la rodilla a Camionero y pregunto
"¿tu hacia donde vas?"
No sin algún esfuerzo logramos entender que va en nuestra misma dirección y que si tenemos problemas monetarios, no le importará dejarnos en nuestro destino si lo vemos oportuno.
"que buen viaje con tu culito para mi" dice a su vez acariciándome el muslo y haciendo que ComisarioPotente ponga la mirada en el infinito.
Mientras salimos de allí y CamioneroMorboso se nos adelanta divertido por la perspectiva, me retiene un poco con el brazo susurrando
"entonces ¿entiendo que vamos a intercambiar sus favores sexuales por un medio de transporte?"
"bueno, tecnicamente podría decirse que sí" digo refunfuñando "¿qué le pasa con eso?"
"pues pasa que no deja de ser a fin de cuentas una forma de prostitución, ¿no se da cuenta? ¡y con mi connivencia!"
"si va a sentirse mejor piense que aunque fuésemos nosotros los que le llevásemos a él en el 600 a donde quiera que fuese, me lo iba a follar igual porque me encanta. El tema de llevarnos no tiene nada que ver con el sexo porque si no, tendríamos que pensar que también tendría que poner el culo usted, ¿no lo entiende?"
Dilata las pupilas en un gesto que no puedo interpretar, luego se para mirando al suelo y rascándose la coronilla y dice
"Bueno, pues tengo que contactar con la anciana que nos prestó el 600 para decirle donde está...y eso en el caso de que después de pasar una noche aquí no amanezca desvencijado por los forajidos o simplemente, desaparezca. ¿No ve que le di mi palabra a esa mujer y que se fió de mi porque yo era un representante de la autoridad?
Tengo que suspirar, previamente cansado ya de una situación que  no me interesa en absoluto.
"Bien, vamos a hacer una cosa para tranquilizar su puta conciencia. La llamamos por teléfono, explicamos lo que vamos a hacer y si contamos con su visto bueno, nos vamos con mi amigo, pero si no es así, tratamos de seguir ruta en esa....carraca sin dinero ni carburante. Venga. Hagámoslo"
Lo piensa un momento y decide
"...es lo más correcto, sí...¿tiene monedas sueltas?..."

Vaciamos nuestros mutuos monederos de calderilla frente a una cabina de teléfonos, todo por no ser identificados ni rastreados, y por fin ComisarioPotente logra contactar con su canosa benefactora.
Este es el extracto aproximado de la conversación:
"...siii?....siii?...¡hola, soy yo, el Comisario del otro día!...¿me recuerda?...siiiii?...nonono, espere,  no puede ir a por el aparato de....oiga" me mira con inquietud "ha ido a por su aparato de audición, creo que la hemos sorprendido en un mal momento....¿oiga?....¿oiga?....pero donde cojones es..."me mira de reojo con cara de culpabilidad y dice sonriendo encantadoramente "¡no contesta!" el teléfono hace un ruido siniestro al ingerir una gran cantidad de monedas y de pronto parece que Ancianita por fin se ha puesto al aparato con el sonetone puesto, entonces ComisarioPotente suelta de corrido"hemos-dejado-su-coche-en-restaurante-de-autovia-garantizo-mi-responsabilidad-de-gastos" y cuelga de sopetón. Luego me sonríe y dice:
"Ahora vamos a por nuestras cosas"después me echa un vistazo de reojo como pretendiendo evaluar mi opinión y añade "...es que iba a dejarnos sin un duro si seguíamos así la conversación..."
Este hombre es mi heroe.

El viaje hasta la costa con CamioneroMorboso es, en cierta medida, embarazoso. Vamos los tres sentados al frente, yo entre ambos, y cada doscientos kilómetros aproximadamente Camionero empieza a acariciarme la rodilla, a resoplar y termina diciendo
"yo muy caliente...qué tal tu, amigo"
El siguiente paso es entrar en alguna de las áreas de descanso que encontramos y pasar los dos a la litera que se encuentra detrás de los asientos. Hay una cortinilla que Camionero nunca se molesta en correr pero que Comisario se preocupa de colocar en su lugar intentando colocar una barrera al menos psicológica entre él y el fornicio masculino que ocurre a sus espaldas. Además sube el volumen de la radio a tope supongo que tratando de incrementar ese aislamiento, pero dudo que no escuche gritar a Camionero
"TU AMIGO NUNCA CHUPA POLLAS"
hasta que pasado el tiempo pertinente Camionero vuelve a dejarse caer en su asiento con el culo al aire desenfundando su polla del condón con "plop" chapoteante y cara de estar teniendo el viaje de su vida, yo caigo entre ambos ajustándome el slip como una virgen pillada fuera de juego y Comisario lanza un ligero bufido y abre más la ventanilla de su lado para que corra un poco el aire.

No sé si un varón heterosexual normal habría aguantado un trayecto semejante, pero mi Comisario lo concluye y cuando por fin llegamos de nuevo a la costa y tenemos que despedirnos, le estrecha la mano al Camionero y le suelta con lo que parece absoluta sinceridad
"muchas gracias por su generosidad. Aunque sospecho que sin saberlo, ha colaborado usted con el mantenimiento de la ley, la justicia y el orden."
Camionero palmea mi trasero lanzando carcajadas y responde
"nooo, muchas gracias a su culo, que bueeeeennn viaje se lo juro, mi polla está seca, ha´ha´ha...él si es generoso..." de pronto parece agarrarle un ataque de injustificada ternura, saca la cartera y me mete en el bolsillo de la camisa dos billetes de cincuenta euros con lágrimas en los ojos "si tu querer yo pasado mañana de vuelta en dirección contraria, te dejo donde te encontré, ¿si?...carinio?"
Me da un aparatoso beso barbudo que hace apartar la vista a Comisario y volverla a todos los transeuntes e insiste
"Si tu querer, pasado mañana aquí por la mañana, ¿si?"

Cuando se marcha, ComisarioPotente me mira con ojos sarcásticos e imita a Camionero
"Entonces debo decirlo, gracias por su generosidad, porque ha sido gracias a su culo que hemos costeado esta expedición, ¿no?"
"Explíqueme cual es su siguiente paso y en la medida de lo posible, evite las ordinarieces, ¿vale?"
"Pues allí veo un McDonald's, y dado que en todo esto yo no he hecho más que aguantar el tipo y no disfrutar en absoluto, lo menos que me merezco es que me pague una hamburguesa con esos cien euros que siento un poco míos..."

Está atardeciendo otra vez, y en este momento en concreto no sé hacia donde vamos ni como vamos a hacerlo, pero me apetece pagarle una hamburguesa "a mi chico", enlazo su codo con el mío, le arrastro riendo y él lo único que hace es dejarse llevar riendo también y poniéndose colorado...


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